Expone investigadora los beneficios de tomar el sol con moderación

Exponerse al sol con moderación puede ser benéfico para la salud, destacó la investigadora del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), doctora María Elena Gonzales Ruelas, en el marco de su participación en el ciclo de conferencias de divulgación científica “Sábados en la ciencia”.

Contrario a la creencia popular, la exposición moderada a los rayos ultravioleta (UVA) en las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y con ello evitar ciertas enfermedades; pues incrementa la hemoglobina en la sangre, estimula a las terminaciones nerviosas a mejorar las funciones cardiovasculares e incluso puede aliviar las vías respiratorias, especialmente en personas asmáticas.

“El sol hace que la vitamina D se absorba, que se mueva la sangre y se intensifique la hemoglobina; eso hace falta para activarnos. En Rusia, por ejemplo, la gente no tiene el privilegio del sol. Nada más hay dos meses de radiación solar buena; entonces toda la gente aprovecha para estar en las playas, pero también se exceden y se van a los extremos. Si todo se hace con medida, el sol es lo más maravilloso que hay”, explicó a los niños y jóvenes que se dieron cita en el Auditorio “Dr. Juan Luis Cifuentes Lemus” del CUCosta.

En contraparte, tomar los rayos de sol en exceso puede convertirse en un hábito nocivo, incluso toxico, especialmente en determinados tipos de piel que son más sensibles. Provoca, además, el envejecimiento de la piel y causa lesiones como quemaduras o “golpes de calor” caracterizados por el enrojecimiento de la epidermis, el aumento de la temperatura corporal y mareos. La exposición prolongada y en exceso al sol deriva también en casos de cáncer en la piel.

Si bien el sol es una fuente de vida, la radiación en exceso de los rayos UVA podría llevar a la extinción. En ese sentido y como parte de la conferencia titulada El sol no es como lo pintan, la doctora Gonzales Ruelas hizo un llamado a tomar conciencia acerca de cada una de las acciones que realiza el ser humano en contra del planeta pues, advirtió, podrían convertirse en reacciones negativas que terminarían afectando la vida “irremediablemente”.

“Cuando hubo las glaciaciones no había sol, ni había fotosíntesis, tampoco había alimento… no hay vida. He dado conferencias sobre cambio climático y también he visto la importancia del calentamiento pero que sería por una glaciación, un enfriamiento, porque sin sol no podríamos cultivar nada; sería muy catastrófico”.

La capa de ozono protege al planeta Tierra de los rayos UVA; sin embargo, en los últimos años ha disminuido hasta en un 40 por ciento en el Ártico por acción del hombre. De allí que la investigadora de la Universidad de Guadalajara concluyera exhortando a niños y jóvenes a realizar acciones en favor de la conservación del entorno: “Sin el sol no habría vida. Es lo que mueve a todo en el universo. En la Tierra es el que mueve las corrientes, es el que hace que tengamos energía… sin sol, no hay nada” finalizó. ■